jueves, 28 de febrero de 2013
miércoles, 27 de febrero de 2013
lunes, 25 de febrero de 2013
jueves, 21 de febrero de 2013
CONOCER CALATAYUD
MUSEO DE LA COLEGIATA SANTA MARIA CALATAYUD
SABADO 23 DE FEBRERO
11:00 H- 13:00 H
ENTRADA 2 EUROS. NIÑOS GRATIS
jueves, 14 de febrero de 2013
EDELWEISS
EDELWEISS
Se esconde bajo la apariencia de una
sola flor, cuando en realidad es un conjunto de diminutas florecillas que han
evolucionado y crecen agrupadas para sobrevivir.
Su aparente fragilidad sólo es un
espejismo tras el que se oculta una flor increíblemente resistente, capaz de
sobrevivir a más de 3.000
metros de altitud y soportar las temperaturas extremas
de las montañas alpinas. Crece de forma natural por encima de los 1.500 metros, en
paredes y pendientes calcáreas o sobre rocas, en aquellas hendiduras que
reciben una pequeña dosis de luz solar.
Se la considera un símbolo de valor y
coraje. La leyenda más extendida cuenta que los hombres que pretendían probar
su amor tenían que subir más de 2.000 metros para conseguir una y entregarla a
su amada.
También se dice que tomó su color de la luna, y que es capaz de huir de los esfuerzos de los hombres que la persiguen, elevándose cada vez más en la montaña. Representa el honor, el mundo de los sueños y el amor eterno, que nunca se secará. Su imagen es considerada como el reflejo perfecto de una belleza extraña y sosegada. En el lenguaje de las flores, edelweiss significa 'escríbeme'.
También se dice que tomó su color de la luna, y que es capaz de huir de los esfuerzos de los hombres que la persiguen, elevándose cada vez más en la montaña. Representa el honor, el mundo de los sueños y el amor eterno, que nunca se secará. Su imagen es considerada como el reflejo perfecto de una belleza extraña y sosegada. En el lenguaje de las flores, edelweiss significa 'escríbeme'.
PEIRÓN DE SAN VICENTE "EL ALTO" en Calatayud
PEIRÓN DE SAN VICENTE
El peirón (término aragonés) también denominado pairón, es un
pilar o monolito construido en piedra o ladrillo que se sitúa
generalmente a la salida de los pueblos o en cruces de caminos.
No se sabe exactamente su origen. Seguramente se encuentra en la necesidad ancestral del ser humano de marcar lugares, ya sea con fin práctico o espiritual. En un principio serían simples palos clavados en el suelo con piedras amontonadas en su base.
Se habla de un origen prerromano
y servirían para establecer lindes territoriales, indicar puntos de
especial significado, o bien actuarían como referencia orientativa para los caminantes.
En época romana era costumbre dejar piedras a los pies
de los altares de los dioses, principalmente a Mercurio (dios de los caminos).
La llegada del cristianismo los reconvertiría en puntos de culto o en votivos para conmemorar algún acto o milagro.
Su valor tiene más carácter
antropológico, religioso o cultural que puramente artístico.
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