"El guardián de la sabiduría durante la época oscura
del año"
Una antigua
historia celta "El rey Roble y el rey Acebo" que se representaba de
forma popular al comienzo del invierno, contaba cómo el Rey Roble reinaba sobre
la mitad luminosa y cálida del año, cuando sus hojas verdes estaban en su mayor
esplendor, y cómo el Rey Acebo reinaba sobre la parte oscura y fría del año,
cuando el Roble perdía sus hojas y el Acebo, sin embargo, mantenía el verde de
sus hojas y se adornaba de bayas rojas.
Los celtas lo consideraban un árbol sagrado: el ser perenne
simbolizaba la eternidad; las bayas evocaban a la sangre, a la vida; y las púas
aludían al hecho de lo que cuesta alcanzar lo valioso. A todo esto se le
unieron varios usos mágicos como el de protección de las casas frente a la mala suerte.
Según narran las leyendas no se le puede engañar o mentir y él mismo es el arquetipo de la
sinceridad. De esta creencia se piensa que los druidas construían sus
varitas con ramas de acebo que eran empleadas en los juicios druídicos como
mudo testimonio de la presencia de la verdad. En realidad el acebo se hace
sagrado en virtud del poder, de la energía que posee, pero no es objeto de
veneración en sí. La veneración que los druidas le profesaron y le profesan, es
en el sentido del gran respeto y admiración que inspira.
La denominación científica del género Ilex hace referencia al nombre latino de quercus ilex (encina), que le otorgo el botánico francés Joseph Pitton, debido al
gran parecido de las hojas de ambas especies. El nombre específico de la
especie Aquifolium proviene del latín acus (aguja) y folium (hoja) aludiendo al borde espinoso de las mismas.
'Argenteo Marginata': variedad de acebo con hojas de color verde oscuro con anchos bordes blancos.
Este arbusto puede llegar a
alcanzar los diez metros de altura. Tiene
unas hojas muy duras y brillantes, muy gruesas y con los bordes
dentado-espinosos. Su hoja perenne, tiene un sabor amargo, que, antiguamente,
se usaba en medicina, así como sus frutos, de áspero sabor y alto valor
purgante.
Sus flores, pequeñas y
blancas, se presentan en pequeños racimos que dan lugar a los frutos,
caracterizados por sus bolitas rojas. Mientras la floración tiene lugar en
mayo-junio, los frutos hacen su aparición hacia finales del verano,
permaneciendo en el árbol durante mucho tiempo.
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Suibhne, El vagabundo del bosque (extractos) (Anónimo irlandés. Siglo XII)
Roble frondoso, de gran copa, te elevas por encima de los
árboles,
Avellano, el pequeño ramoso, arcón de avellanas.
Aliso, tu no eres rencoroso, adorable es tu olor,
no eres punzante cuando estas en la hondonada
Endrino, pequeño espinoso, oscuro pequeño endrino.
Berro, pequeño de puntas verdosas, al borde de la fuente del mirlo.
Saxifraga del camino, tu eres la mas dulce de las hierbas.
Lepidio, uno muy verde, planta donde las frutillas crecen.
Manzano, pequeño manzano, todos te sacuden violentamente.
Fresno, pequeño o pleno de bayas, adorable es tu floración.
Tejo, pequeño o tejo, eres conspicuo en los cementerios.
Hiedra, pequeña hiedra, eres familiar en la espesura del bosque.
Acebo, pequeño guardián, portal que detienes al viento.
Fresno, pernicioso, eres un arma en la mano de un guerrero.
Abedul, suave, bendito, orgulloso, melodioso,
encantadora es cada rama entrelazada en lo alto de tu copa.
Álamo temblón, mientras tiemblas, escucho de vez en cuando tus hojas murmurar,
Y pienso que asemeja una correría.
Avellano, el pequeño ramoso, arcón de avellanas.
Aliso, tu no eres rencoroso, adorable es tu olor,
no eres punzante cuando estas en la hondonada
Endrino, pequeño espinoso, oscuro pequeño endrino.
Berro, pequeño de puntas verdosas, al borde de la fuente del mirlo.
Saxifraga del camino, tu eres la mas dulce de las hierbas.
Lepidio, uno muy verde, planta donde las frutillas crecen.
Manzano, pequeño manzano, todos te sacuden violentamente.
Fresno, pequeño o pleno de bayas, adorable es tu floración.
Tejo, pequeño o tejo, eres conspicuo en los cementerios.
Hiedra, pequeña hiedra, eres familiar en la espesura del bosque.
Acebo, pequeño guardián, portal que detienes al viento.
Fresno, pernicioso, eres un arma en la mano de un guerrero.
Abedul, suave, bendito, orgulloso, melodioso,
encantadora es cada rama entrelazada en lo alto de tu copa.
Álamo temblón, mientras tiemblas, escucho de vez en cuando tus hojas murmurar,
Y pienso que asemeja una correría.
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Acebo, pequeño guardián, portal que detienes al viento.
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